En la provincia del Tequendama, departamento de Cundinamarca, se encuentra el atractivo municipio de Anolaima. Este se ubica a 70 km de Bogotá, a dos horas de la capital. Se le conoce como la “Capital frutera de Colombia”, debido a la exuberante cantidad de frutas que se produce en la región. Este destino es ideal para planes familiares, en especial para aquellos que quieran conocer el municipio y disfrutar de su gran producción frutícola. Si quieres recorrer uno de los pueblos más bellos y ubérrimos de la región andina, redbus.co te invita a visitar Anolaima. ¡Acompáñanos en esta guía de viaje por la tierra de la fruta!
¿Qué es Anolaima?
Frutas de Colombia
El nombre del pueblo proviene de la tribu Anolaima, un grupo de indígenas de la nación Panche que habitaba la zona. Al igual que otras poblaciones cercanas, como Anapoima, el municipio comenzó como un “pueblo de indios”. Con el tiempo, la población se fue evangelizando y repoblando por españoles. El pueblo se desarrolló cerca del Camino Real que llevaba de Guayabal de Síquima a Tocaima. Posteriormente, el pueblo se convirtió en un próspero punto de abastecimiento agrícola para toda la región.
Debido a su clima privilegiado, Anolaima cuenta con una temperatura promedio de 19º C, el cual favorece los cultivos. Ello, sumado con la fertilidad del suelo circundante, hace que Anolaima pueda producir una gran cantidad de frutas y verduras. Esta exuberancia se ha convertido, en años recientes, en el mayor atractivo turístico del municipio. Es por ello que a menudo Anolaima recibe visitantes de todo el país, que van en busca de las mejores frutas de Colombia.
¿Cómo llegar?
Como ya se mencionó, Anolaima queda a dos horas de Bogotá, en un trayecto de 70 km. Desde la capital, se puede llegar a Anapoima por la vía a Funza, saliendo por Fontibón. El recorrido pasa por la vía que rodea a Mosquera y Madrid, siguiendo la ruta hasta poco antes de Facatativá. Desde allí, se toma la vía a Zipacón y se continúa por la vía a Cachipay. Antes de Cachipay, se desvía hacia la Florida, continuando por la misma vía hasta Anolaima. Lo recomendable es viajar en bus desde Bogotá hasta Anolaima. Los precios de los tiquetes oscilan alrededor de 12.000 pesos por trayecto*, el mismo precio que en la Terminal de Transportes, en rutas de la compañía Expreso del Sol.
¿Qué hay para hacer?
Anolaima es un municipio con mucho que ofrecer. Además de su potencial como productor de frutas, el municipio tiene una gran oferta cultural y natural. El principal atractivo es sin duda el Festival del Corpus Christi, celebrado en junio, donde se realizan desfiles y comparsas. No obstante, la herencia indígena, las tradiciones religiosas y la hermosa naturaleza circundante también atraen a visitantes ansiosos de conocer las maravillas de la región. En esta guía te presentaremos algunos de los planes más interesantes para realizar en Anolaima. ¡Conócelos y visítala!
Arquitectura religiosa: Nuestra Señora del Rosario
En Anolaima se encuentra uno de los ejemplos de arquitectura religiosa más interesantes de Cundinamarca. En particular, el templo de Nuestra Señora del Rosario, construido en 1805, tiene un diseño realizado por dos arquitectos locales, oriundos de los municipios de Tocaima y La Mesa. El santuario fue construido con los materiales que quedaron tras la destrucción del Convento de San Vicente de Tocarema. Esta iglesia fue erigida por los españoles durante la época colonial y sucumbió en un terremoto. Es por ello que Nuestra Señora del Rosario se ha convertido en un sitio de peregrinaje para las veredas y municipios aledaños. Frente al templo se ubica la plaza central de Anolaima, sitio histórico que honra la memoria de Simón Bolívar. En la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y la Plaza Simón Bolívar se celebra la fiesta del Corpus Christi.
La Fiesta del Corpus Christi
El festival más importante de Anolaima, sin lugar a dudas, es la Fiesta del Corpus Christi. Esta celebración católica fue traída por los españoles, la cual sufrió adaptaciones en América Latina. En las regiones andinas, la festividad se convirtió en uno de los eventos más importantes porque mezcla la cultura europea con la comida, danza, música y tradiciones locales. A pesar de que la celebración tiene una naturaleza eminentemente religiosa, también hay un componente profano. Junto con la misa y las procesiones religiosas se realizan danzas y comparsas coloridas y alegres. En el caso de Anolaima, la celebración incluye la gran producción frutícola del municipio. Carrozas llenas de fruta, concursos agrícolas y exposiciones agrarias son parte de la celebración del cuerpo de Cristo.
La tradición más reputada es la instalación de los arcos frutícolas, decorados con todas las deliciosas frutas de la zona. Asimismo, se celebran conciertos con las bandas sinfónicas infantil, de Cundinamarca y del ejército nacional. Orquestas populares, bandas musicales y tunas hacen parte también de la festividad. La procesión de San Isidro Labrador y la instalación de mercados populares completan el programa del festival. El cierre de la fiesta del Corpus Christi se realiza con pirotecnia de efecto y juegos de luces. Realmente es una celebración maravillosa que merece admirarse y degustarse. ¡No te pierdas la fiesta del Corpus Christi en la Capital Frutera de Colombia!
El Alto del Mohán
En la época de la tribu Anolaima, el alto del Mohán constituía una fortaleza natural desde la cual vigilaban y protegían la tierra del cacique Calandaima. Para los españoles, la presencia de los indígenas en la zona indicaba con seguridad la cercanía de tesoros y guacas. El nombre de El Mohán lo obtuvo en época reciente, con la leyenda del monstruo. El mohán, a menudo descrito como un oso o un gigante muy peludo, habita en el río Magdalena, a cuyas orillas fuma tabaco. Se dice que la presencia del Mohán indica la cercanía de un tesoro, si bien la codicia en su presencia puede llevar a la muerte. Para los lugareños, la presencia de guacas indígenas traía consigo la presencia de un guardián, razón por la cual se puso ese nombre a la fortaleza.
Aunque es poco lo que se ha encontrado en términos arqueológicos, la zona se ha convertido en un sitio ecoturístico importante. A lo largo del sendero, la impresionante vista ha cautivado a los visitantes, que pueden apreciar la naturaleza cercana a Anolaima en todo su esplendor. El valle del Tequendama y su orografía son un espectáculo imprescindible, por lo que recorrer el Alto del Mohán es un plan obligado. En la montaña también pueden encontrarse túneles que llevan a una mina de esmeraldas abandonada. Si te gusta el senderismo y disfrutas de un recorrido al aire libre con una gran vista, ¡no te pierdas el Alto del Mohán!
Anolaima es un municipio que poco a poco se ha convertido en un destino turístico, ecológico y gastronómico de importancia. ¡Visita Anolaima y prueba las frutas más sabrosas de Colombia!
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