Colombia es uno de los 5 países con mayor biodiversidad del mundo, y su variada flora y fauna alrededor de su territorio lo demuestran. Uno de los espacios más atractivos, sin duda, es el Jardín Botánico del Pacífico, ubicado en Bahía Solano en el Chocó. Este majestuoso y apartado lugar tiene para ofrecer incontables experiencias a sus visitantes. En esta oportunidad, redBus muestra 4 razones para motivar a visitar este paradisíaco destino.
1. Ver un ecosistema único
Entrar a este mágico mundo ubicado entre el tapón del Darién y las cuencas de los ríos Atrato y San Juan es un privilegio. Un curioso lugar que cuenta con la mayor pluviosidad del mundo, presentando lluvias casi todos los días del año. La diversidad de aves es tan extensa, que resultará imposible poder apreciar las 838 especies registradas a la fecha. Es tal la abundancia, que se estima que representan el 50% de toda la avifauna de Colombia. De hecho, 10 especies de pájaros del Jardín Botánico del Pacífico son endémicas de esta zona.
El parque tiene un territorio de más de 17 hectáreas en el que sobresalen árboles con troncos muy gruesos y una amplia variedad de palmas y orquídeas. Se ha tenido un cuidado especial con las especies que están en riesgo de extinción como el costillo, el cedro huino, la madera choibá, el roble y el abarco. Los visitantes podrán nadar en hermosas piscinas de agua natural provenientes tanto del Atrato como del San Juan. A esto se le suma la posibilidad de disfrutar de majestuosas e imponentes cascadas, ideales para refrescarse del calor húmedo que se siente en la región.
Naturalmente, hay quienes quieren interactuar directamente con el entorno, razón por la cual se creó una experiencia turística. Consta de espectaculares cabañas distribuidas a lo largo del Jardín Botánico del Pacífico, las cuales le brindan a los huéspedes una sensación única. Además, están programadas varias actividades como canopy, buceo, kayak, navegar por manglares, pesca deportiva y disfrutar de una caminata.
2. Contemplar la belleza de las ballenas
No se puede calcular con exactitud cuántos visitantes de todos los rincones del mundo acuden a este espectáculo. Las palabras se quedan cortas para expresar lo que significa ser testigo de este acontecimiento. Para poner en contexto, este lugar es el punto predilecto donde las ballenas van a tener a sus ballenatos. Entre los meses de junio y septiembre, cientos de ballenas jorobadas nadan desde el sur del continente americano para dar a luz. Desde tiempos ancestrales, estos mamíferos se han desplazado hasta las cálidas aguas del Pacífico para tener a su crías.
Visitar el Jardín Botánico del Pacífico da la posibilidad de hacer tours en lancha para tener una mejor vista. Estos acercamientos permiten tener a las ballenas más de cerca y verlas saltar libremente en su hábitat. Lógicamente, hay que guardar una distancia prudente con estos animales, para que no se sientan intimidados y quieran atacar. Sin embargo, en varias ocasiones estos gigantescos mamíferos son los que se acercan a las embarcaciones de manera juguetona. Incluso, hay casos donde algunos se han dejado tocar por los turistas, sin dejar de respetar las normas de seguridad.
Este acto tan solemne permite comprender la diferencia de tamaño entre los humanos y otras especies. Se trata de una experiencia enriquecedora por donde se le mire. No solo es ver en primera fila el nacimiento del animal más grande del mundo, sino que permite replantearse el cuidado que se le está dando a los mares. Todo el Jardín Botánico del Pacífico es magnífico, pero esta actividad es la que no se puede pasar por alto.
3. Aprender sobre su sorprendente biodiversidad
Muchos de los visitantes que recibe el Jardín Botánico del Pacífico acuden para pasar un rato agradable, mientras que otros llegan con la intención de conocer y aprender. Este parque natural posee mariposarios, reptilarios y exhibiciones de orquídeas y bromelias. Por otro lado, un aspecto que llama mucho la atención es la biblioteca que se ubica al interior del selvático lugar. Este recinto facilita el estudio y el análisis a profundidad de las especies de flora y fauna que rodean el espacio. También permite que se cree conciencia sobre la importancia de las especies que habitan en el Jardín Botánico del Pacífico.
Hay un centro comunitario donde se hacen encuentros para discutir temas relacionados con la preservación de la flora y fauna. Asimismo, se dan varias conferencias y se hacen convocatorias de voluntarios para diferentes tareas, ya sea con el Jardín Botánico del Pacífico o con otras entidades, según el proyecto a realizarse.
4. Conocer y participar en futuros proyectos ecológicos
El Jardín Botánico del Pacífico siempre ha ido un paso adelante respecto a otras reservas naturales del país. Visitarlo no solo es una experiencia gratificante sino que permite conocer los proyectos venideros. A corto y mediano plazo se protegerá la flora y fauna y se recuperarán las áreas erosionadas y deforestadas. Ser parte desde este momento permitirá participar en espacios de educación, recreación y sensibilización ambiental. Estos cursos van dirigidos a crear un banco de germoplasma para la reproducción de especies en vía de extinción. Adicionalmente, se planea trabajar en la recuperación de animales en cautiverio, principalmente tortugas, para liberarlos dentro del parque.
Asistir al Jardín Botánico del Pacífico es un viaje fantástico y puede ser el inicio de un vínculo muy importante. Algunas personas que han ido en un plan turístico terminan enamoradas y optan por quedarse o ir muy seguido. Todo esto ha generado que se creen varias huertas autosuficientes con alimentos básicos y plantas medicinales para las personas que hacen parte del parque y las que viven en las regiones aledañas.
Ahora que sabes cuáles son los atractivos del Jardín Botánico del Pacífico, ¡no dejes de visitarlo en tus próximas vacaciones! ¡No te arrepentirás!
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Créditos de portada: bohemioviajero.com