Colombia destaca por tener una panadería muy variada y extensa, que permite probar antojos diferentes todos los días. Tanto dulces como salados, estos platos tienen una historia maravillosa detrás, que hace que sean parte de la cultura nacional. Sus recetas no son tan complejas, lo que permite que se puedan preparar en casa y lograr resultados espectaculares. Hoy, redBus te trae todo lo que necesitas saber sobre la almojábana y su deliciosa preparación. ¡Anímate a conocerla y sorprende a tu familia y amigos!
La almojábana es una especie de pastel, pan o torta hecha a base de queso. La mezcla consta de harina que puede ser de trigo, maíz o arroz, entre otras tantas. A esto se le puede agregar mantequilla, leche y huevo para lograr la contextura que destaca a este panecillo. Este proceso se logra combinando todos los ingredientes y permitiendo que se dé una cocción. También es muy común que se utilice yuca como masa para preparar una almojábana, logrando un producto fabuloso.
Se estima que el término “almojábana” se empezó a utilizar en la región de Cataluña en el siglo XII. En nuestro país se empezó a hablar de este apetitoso bocadillo en el siglo XIX, en el municipio de Soacha, exactamente en la zona del Salto del Tequendama. Este lugar, de la entonces sabana de Bogotá, era conocido por sus majestuosas haciendas donde se permitía el intercambio de golosinas, lo que desencadenó en que se diera a conocer la almojábana. Desde entonces, se popularizó a lo largo de Colombia y en los países cercanos como Bolivia, donde también es muy popular y en Puerto Rico, donde incluso existe un evento llamado El Festival de la Almojábana.
Desde ese momento, la almojábana entró en lo profundo del corazón de los colombianos. Su presencia se volvió común a la hora del desayuno y a la hora de las onces. Su popularidad se extendió por diferentes regiones, especialmente en los lugares fríos, como Bogotá. Sin embargo, otras zonas del país también han adoptado este panecillo y, de hecho, han creado sus propias versiones del mismo. Así, las posibilidades de comer una buena almojábana son extensas a la hora de viajar por Colombia.
Hacer una almojábana en casa es una tarea sencilla, contrario a lo que muchos piensan. Los ingredientes son naturales y conseguirlos está al alcance de todos. Las recetas varían según la región y las costumbres que tenga quien las esté preparando. Sin embargo, una almojábana tradicional se puede lograr con los siguientes elementos.
La preparación inicia juntando la harina de maíz, el azúcar, el polvo de hornear y la sal en un recipiente hondo, que permita que se combinen entre sí. Una vez se tenga esta mezcla se debe agregar el queso y continuar revolviendo. Es necesario batir el huevo a temperatura ambiente, antes de incorporarlo dentro del recipiente con los demás ingredientes. Amasar con las manos permite mezclar con mayor facilidad y hacer una masa mucho más compacta. La leche se debe echar de a poco, para ir logrando una contextura más suave y homogénea.
Cuando ya se hayan unido todos los componentes, se divide toda esta mixtura en pequeñas porciones redondas. Todos estos trozos se llevan al horno a una temperatura de 190º durante 20 minutos o hasta que estén doradas. Es recomendable usar papel para hornear para cubrir las almojábanas mientras se calientan. Una vez estén listas, se dejan enfriar para luego servirlas, mientras aún estén calientes y perfectas para comer.
A la hora de desayunar, una almojábana cae muy bien. No es el plato fuerte, pero sí el complemento ideal. Unos buenos huevos, cualquiera sea su presentación, combinan muy bien con este apetitoso bocado. Bajarlo con un café o con un té le da un toque perfecto a la primera comida del día. Sin embargo, en horas de la tarde es mucho mejor, pues las onces, especialmente en Bogotá, son todo un ritual. En este momento de la jornada, la demanda por un chocolate con queso y almojábana se vuelve algo desmesurado.
Esta tradición tradición “rola” fue muy fuerte en siglo XIX, donde incluso los libertadores y los españoles la acogieron. Por eso, es muy común ver locales en el centro de Bogotá que han trascendido en el tiempo y se mantienen tal cual se veían en esos días. Las recetas de almojábanas, tamales y parva en general, han pasado de una generación a otra durante más de 200 años. Esto demuestra la importancia que puede llegar a tener un alimento tan renombrado como la almojábana, en la cultura nacional.
Este es un platillo que no cuenta con una receta oficial, ya que varía según la región, aunque sus modificaciones son leves. A parte de la almojábana tradicional, que es la que se suele servir en Bogotá, hay otras que sobresalen.
Almojábana costeña: Se hace directamente del maíz, teniendo un remojo donde se le extrae el almidón. Se le agrega queso costeño y panela, lo que hace un contraste muy interesante entre dulce y salado.
Almojábana valluna: Una atractiva combinación de maíz con almidón de yuca o de trigo. Lleva cuajada en vez de queso, lo que la hace muy diferente a las otras.
Almojábana boyacense: Se hace a partir de harina de maíz o de trigo y destaca, principalmente, por usar queso campesino como protagonista.
No dejes de probar esta delicia en cada una de sus presentaciones y preparaciones. Aprovecha los días de cuarentena y sorprende a tu familia con unas ricas almojábanas hechas en casa. Si quieres conocer más recetas fabulosas, consulta nuestro blog de viajes y vuélvete todo un experto en comida colombiana.
Créditos de portada: Sandro Sánchez – RTVC Sistema de Medios Públicos
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