¡Conoce un lugar especial en Colombia! Viaja a la Cascada Yurupary, un destino sublime en medio de la selva del Vaupés. Además, descubrirás la curiosa historia ancestral de su creación y una atípica celebración anual. redBus te brinda toda la información en este artículo.
Cuenta la leyenda que en una ocasión, el Rey Sol tuvo amores con su hija en lo profundo de la selva. Este amor prohibido no debía salir a la luz, pero para desgracia del astro, hubo un testigo de este hecho. Este espía fue el insecto “ruegadiós”, una criatura que luego se convirtió en hombre. “Ruegadiós” creció y con su flauta pregonó por la selva el incesto que había presenciado.
La repercusión fue tremenda y los prejuicios no tardaron en llegar. Uno de los más afectados por la noticia fue el Río Vaupés que se unió a la tragedia del Sol rompiendo su caudal. La quebrada fue tan grande, que formó un escalón de 5 metros al que hoy conocemos como la Cascada Yurupary. Este mito tiene tanta fuerza, que hay quienes la llaman “El Raudal del Diablo”.
Cada año, se conmemora este hecho con una celebración muy particular en la que solo pueden asistir hombres. Esta fiesta de iniciaciones y bailes corresponde a un mito que representa el cambio del matriarcado al patriarcado. Se dice que una fuerte maldición de las comunidades indígenas del Vaupés caerá sobre las mujeres que intenten hacer parte de este festejo.
Actualmente, Vaupés cuenta con el porcentaje más alto de población indígena de Colombia.
Los diferentes grupos indígenas han creado varios laberintos alrededor de la Cascada Yurupary que esconden figuras grabadas en piedra. Estas representaciones hacen alusión a las transformaciones de pescados a humanos. Hay un laberinto subterráneo llamado Las Cachiveras, que guardan oro y diamantes en su interior. Cientos de expediciones se han realizado y muchos de estos tesoros han sido robados.
Antes de pensar en llegar a la Cascada Yurupary, primero hay que buscar la forma de ubicarse en Mitú. Las posibilidades para llegar hasta esta pequeña población en medio de la selva no son muchas. Es necesario llegar antes a ciudades como Bogotá o Villavicencio, para buscar rutas posibles a este destino.
Una vez en la capital del Vaupés, se debe tomar una lancha en dirección al sur por el Raudal Pucarón. Este trayecto tarda alrededor de 7 horas de viaje en una temperatura que ronda los 28ºC.
Este afluente se expande desde la frontera con los departamentos de Guaviare y Guainía bordeando el límite con el Brasil. Desemboca en el Río Apoporís en Caquetá para posteriormente finalizar en el Río Amazonas.
Ya sea que fue creada porque el Río Vaupés quiso romper su caudal o por otra razón, nadie puede poner en duda la hermosura de este lugar. Se trata de una cascada que alcanza 6 metros de altura ubicada dentro de un raudal que supera los 200 metros de longitud. Este es uno de los 40 raudales que provienen del Río Vaupés, donde algunos de ellos desembocan en el Río Amazonas y otros entran hasta Brasil.
Increíblemente, el raudal es muy rico en pesca, porque los peces que nadan costa arriba se ven atrapados por este escalón rocoso que corta totalmente la corriente de costa a costa. Este obstáculo fluvial permite que haya abundancia de sardinas, balentón, bagres, guaracú, pacu, cuyucuyu, entre otros.
Curiosamente, muy cerca a este cascada hay un internado católico que sirve de hospedaje para visitar esta maravilla natural. Aunque el lugar no es muy amplio, resulta ser una salvación donde los turistas pueden descansar y alimentarse. Algunas de las personas que habitan este recinto desaprueban la leyenda del Rey Sol sobre la creación de la cascada. Esto hace que quedarse ahí permita contrastar diferentes creencias.
Otras personas optarán por dormir en Mitú y viajar por el día. En esta pequeña ciudad de 28,000 habitantes hay pocas pero agradables opciones de hospedaje. Sus malocas, iglesias y coloridas casas de madera asemejan un pesebre, aportándole más emociones a esta experiencia de viaje. Es válido mencionar que Mitú posee la mejor infraestructura sanitaria del país. Esto es meritorio dada la lejanía de la capital del Vaupés con otras ciudades de Colombia.
A la hora de tu viaje, es mandatorio estar vacunado contra la fiebre amarilla y el tétano. Además, es vital tener un botiquín de primeros auxilios que incluya antiofídico polivalente y antidiarreico. También debes llevar botas de caucho, ropa de algodón, camisas de manga larga, impermeable, linterna, sombrero, protector solar y repelente contra insectos. Es importante no llevar enlatados ni elementos no perecederos que generen desperdicios y contaminación.
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Créditos de portada: booking.com
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