Una fiesta sin igual, eso es la Tomatina. Este curioso y singular evento se realiza, anualmente, a mediados de junio en el municipio de Sutamarchán, en el departamento de Boyacá. Es uno de los festejos más esperados por los boyacenses y uno de los que más turistas logra convocar. Su historia y su tradición es fascinante. Hoy, en redBus te enseñamos los aspectos más relevantes de esta atípica celebración para que la incluyas dentro de los espectáculos para visitar una vez pase la cuarentena.
El concepto de “La Tomatina” proviene de España, exactamente del municipio valenciano de Buñol. En este lugar, de abundancia de tomate por supuesto, se realiza esta batalla desde mediados de los años 40 en la que unos a otros se arrojan este fruto hasta quedar totalmente untados con su color rojizo. Este alegre y simpático festejo se expandió a lo largo de distintos países que adoptaron la celebración y que la conmemoran permanentemente. Primero llegó a Argentina en 1972, luego a Costa Rica en el 2000, posteriormente a Chile en 2011, llegando incluso al sudeste asiático, puntualmente a China y a Corea en el 2008 y en el 2013, respectivamente.
En Colombia se empezó a hablar de La Tomatina en el año 2004, cuando esta tradición española fue adoptada en Sutamarchán. Esta hermosa región de Boyacá es caracterizada por sus extensas cosechas de tomate, que abastecen a diferentes partes de Colombia y del exterior. Por supuesto que no toda la siembra es óptima ni se puede consumir en su totalidad, dejando toneladas inservibles de este alimento. Esto llevó a que tanto los cultivadores, como los cerca de 6000 habitantes del municipio, buscaran una forma de sacarle provecho a estas cantidades obsoletas. De esta forma se hizo un festejo similar al español combinado con varias actividades de la zona, creando una gran fiesta.
Se estima que, anualmente, más de 18,000 kilogramos de tomate que se cosecha en Sutamarchán no es comestible. Sin saber qué hacer con esta gran cantidad de sobrados, surgió la fabulosa idea de crear una guerra de tomates en el estadio del municipio. En el evento suelen participar alrededor de 4000 personas, que se surten de municiones para aventarlas al resto de involucrados, con el fin de ensuciarlos. Las personas que hacen parte de La Tomatina tienen una camiseta de color blanco para que contraste con el rojo de cada impacto que reciban. Esta prenda es alusiva al evento, para poder ser identificados con facilidad y así no ensuciar a quien no quiera hacer parte del festejo.
La Tomatina ha tenido una gran acogida debido a que exalta el producto típico de la región, dándolo a conocer de una manera muy divertida. Familias enteras se animan a involucrarse en esta batalla, pues es un evento netamente amistoso que está lejos de cualquier acto de violencia. Sin embargo, se suelen dividir en categorías para que los niños puedan involucrarse con otros participantes de una edad similar a la de ellos.
La Tomatina es un evento que va mucho más allá de una guerra donde se lanzan tomates. De hecho, cada vez tiene una acogida mayor, que año tras año la está convirtiendo en una fiesta muy popular. Esto ha fomentado fuertemente el turismo en esta región y más importante, ha catapultado, por una u otra razón, el consumo de su producto insignia. En las últimas ediciones de La Tomatina se registraron más de 20,000 visitantes de diferentes regiones del país.
Cada edición de La Tomatina suma nuevos eventos, haciendo que esta celebración dure más días que la anterior. Las actividades son variadas, pasando por desfiles de carrozas, comparsas, cabalgatas, competencias de disfraces y verbenas populares. Lógicamente, el ciclismo tiene su espacio en toda fiesta boyacense, teniendo varios recorridos alrededor del municipio. A todo esto se le suma un atractivo festival de nuevos intérpretes, con presentaciones que van desde orquestas hasta música urbana. Los fuegos pirotécnicos son una constante en las celebraciones nacionales, así que La Tomatina no podía ser la excepción. La gastronomía que acompaña a este evento suele ser la fritanga.
El municipio de Sutamarchán se encuentra a 170 kilómetros de Bogotá. Se puede llegar tanto por la vía a Tunja o por la carretera Ubaté – Chiquinquirá. Su ubicación es privilegiada, ya que está muy cerca de otros destinos fabulosos de Boyacá. Está a 15 minutos de Villa de Leyva, a 20 de Ráquira y tan solo a 12 de Sáchica, permitiendo hacer un gran paseo. De regreso se puede entrar a Chiquinquirá, cerrando así una gran fiesta en la Tomatina y una serie de entretenidas actividades.
La Tomatina es un gran evento que tienes que vivir al menos un vez en tu vida. Hacer parte de este festejo y de esta tradición te permitirá sentirte, al menos por un instante, como un niño que se divierte. También puedes hacer parte de las múltiples actividades que te ofrece Sutamarchán que te harán vivir un fin de semana muy emocionante. La cercanía con otros pueblos de Boyacá es un valor agregado para tener en cuenta a la hora de viajar a este hermoso municipio.
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Créditos de portada: eltiempo.com
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