En el municipio de Monguí, en el departamento de Boyacá, se sitúa el Páramo de Ocetá, un espacio natural que cuenta con una importante riqueza natural e hídrica.
Dentro de este ecosistema se encuentra una amplia variedad de especies típicas de los páramos como los frailejones, que se encargan de absorber el agua presente en la neblina. Acá, los encontrarás de diferentes colores como plateados, amarillos y blancos. También, verás otras plantas como senecios, lupinus, musgos y líquenes. Todas las especies adornan el paisaje de una manera especial.
Además, en el Páramo de Ocetá habitan un gran número de animales como el Cóndor de los Andes, águilas, venados de cola blanca, entre otras especies.
Por otro lado, este destino es uno de los mayores atractivos naturales de Boyacá. Esto se debe a la perfecta conservación de su flora que crea un escenario natural único. Igualmente, este páramo llama la atención por el espectáculo natural que ofrece. Se dice que en algunos momentos del día los rayos del sol se mezclan con la espesa neblina, formando hermosos arcoíris que se encargan de llenar de color este espacio natural.
El Páramo de Ocetá es un lugar que se caracteriza por sus atractivos naturales, los cuales lo han posicionado como uno de los páramos más hermosos del mundo.
Entre sus atractivos más populares están sus extensos valles de frailejones, que tienen la función de conservar el aguas en sus tallos. Por ello, son fundamentales para el equilibrio de este ecosistema. Asimismo, este valle sorprende a los visitantes con su inigualable belleza ya que, como se mencionó anteriormente, posee frailejones de distintos colores que se encargan de darle vida a este mágico páramo.
Por otra parte, el Páramo de Ocetá posee importantes atractivos como quebradas, cascadas y lagunas. Una de las más llamativas es la cascada de los Penagos, la cual esconde una leyenda Muisca. Según cuentan, la princesa indígena se encontraba perdidamente enamorada del guerrero Penagos. Pero, al no ser posible este amor, decidió morir en una montaña en el páramo, la cual se convirtió en cascada con las lágrimas de esta princesa. Por su parte, el guerrero Penagos murió luchando contra los españoles.
Otro de los atractivos favoritos por los turistas es la Laguna Negra, la cual se alcanza a ver desde de elevados picos del Páramo. Esta posee una longitud de 730 metros de largo por 80 metros de ancho, aproximadamente. Igualmente, esta se rodea de un hermoso paisaje compuesto de exuberante vegetación y de los majestuosos frailejones que caracterizan al Páramo de Ocetá.
Algunos de los visitantes mencionan que observar sus aguas proporciona una sensación de armonía inigualable.
Por último, no puedes perderte el mirador, un lugar en el que podrás contemplar la belleza y la riqueza natural de este territorio. Desde este punto, tendrás una vista privilegiada de todos los escenarios naturales como la Laguna Negra, que ha logrado posicionar a este páramo como el más bello del mundo. ¡No olvides sacar tu cámara, porque lo que verás te dejará sin palabras!
Otro de los atractivos imperdibles del Páramo de Ocetá es su ciudad de piedra. Se trata de formaciones rocosas que forman un callejón de 100 metros de largo y que poseen unas paredes de hasta 15 metros de altura.
Este sitio es perfecto para caminar y descubrir las diferentes figuras que forman estas rocas. Para algunos, este es uno de los lugares más misteriosos con los que cuenta el páramo. De igual forma, este es un territorio sagrado que pertenecía a los indígenas muiscas, razón por la cual existen varias historias sobre el origen de estas tierras y algunas de sus hazañas en la época de guerra.
Si quieres conocer el increíble Páramo de Ocetá, primero debes llegar a Monguí en Boyacá. Para ello, puedes ubicarte primero en Sogamoso. Si sales de Bogotá, puedes tomar una ruta directa para esta ciudad con Rapido Duitama por un costo de 30,000 COP (8.99 USD) por persona. El trayecto tiene una duración en promedio de 4 horas.
Una vez en Sogamoso, debes tomar otro bus que te lleve al municipio de Monguí. El valor por pasaje es de 3.800 COP (1.14 USD) por persona. La ruta se realiza cada 15 minutos y el trayecto tiene una duración de 45 minutos. Durante el viaje puedes contemplar los maravillosos paisajes verdes que ofrece la tierra boyacense.
Finalmente, debes ir al centro de Monguí y tomar un jeep. Ten en cuenta que para visitar este páramo, lo mejor es contratar un guía local, puesto que este territorio es extenso y requiere de la asesoría de un experto. Además, esto evitará el deterioro del lugar.
En cuanto al hospedaje, puedes buscar un hotel u hostal en Monguí, pues este ofrece una amplia variedad de lugares para pasar la noche. En el Páramo está prohibido hacer camping.
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Esperamos que te hayas animado a visitar en el próximo puente festivo o en las vacaciones más cercanas este mágico espacio natural. Recuerda contribuir con la conservación de estos espacios naturales, respetando su entorno. ¡Visita la tierra boyacense y descubre su encanto!
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Créditos de portada: @fandrescobar
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